En algunas situaciones nos vemos comprometidos con la cantidad o calidad del hueso, siendo este imprescindible para el éxito del tratamiento de implantes.
Gracias a los nuevos materiales y al avance de las nuevas tecnologías se puede salir airoso de muchas situaciones echando mano de implantes especiales de última generación de diámetro reducido (de 3mm) en casos de crestas óseas muy finas o implantes cortos (de 4mm) para situaciones de limitación en altura de hueso.
Sin ellos habría que recurrir a otras técnicas como pueden ser las de regeneración tisular guiada (aumento de hueso y/o encía). Aun así, estas técnicas son imprescindibles en muchos casos, sobre todo en el sector anterior.
En estas situaciones con alteraciones muy agravadas de ausencia en cantidad de hueso o de encía, se resolverán utilizando injertos de biomaterial (sintético) y/o del propio paciente, logrando mejorar la situación inicial y así poder colocar los implantes en su posición correcta en casos que sin estos procedimientos sería totalmente imposible.
Estas regeneraciones óseas y/o injertos de tejidos blandos, en ocasiones se realizan en el mismo acto de la colocación de los implantes, y en otros casos es necesario hacerlos previamente, cuando la ausencia es muy grande.