Los traumatismo en niños son mucho más frecuentes que en adultos y aunque se produzcan con dentición temporal, hay que considerarlos de gran importancia, ya que pueden repercutir en la dentición definitiva.
Se aconseja realizar una visita al dentista para valorar zona golpeada, poder hacer un diagnóstico, tratamiento si fuese necesario y un seguimiento posterior del área lesionada.
Cualquier lesión a temprana edad, aunque aparentemente no haya producido daño o molestias, puede desencadenar secuelas en el futuro.
La mayoría de los traumatismos suelen afectar los incisivos superiores.
Cuando el golpe se produce en un diente temporal o de leche, las secuelas pueden aparecer no sólo en el diente de leche (cambio de color, movilidad, abscesos, infecciones, fractura ósea, etc…) sino también en el diente definitivo en formación, ya que está en proceso de formación muy cerca del diente temporal (pudiendo aparecer manchas color amarillo-marrón, irregularidades, malformaciones o incluso no llegar a erupcionar, etc…).
Todos estos problemas se detectan y tratan cuando sale el diente definitivo (a partir de los 6-7 años, dependiendo del diente que sea).
Cuando el golpe se produce en un diente definitivo, según el nivel de afectación, estado del diente, tiempo transcurrido desde el traumatismo, etc… se podrá realizar algún tratamiento de los siguientes:
- Fractura de algún fragmento del diente: Reconstrucción estética.
- Afectación del nervio: Endodoncia y Reconstrucción estética.
- Movilidad: Ferulización inmediata y posible Reconstrucción estética.
- Caída del diente: Reimplantación, Ferulización y posible endodoncia.
- En caso de caída de un diente: deben conservarlo en un medio húmedo: con suero, leche o en la propia boca con la saliva, pero nunca envolverlo en servilletas o pañuelos y que se reseque. No tocar la zona de la raíz del diente y acudir lo antes posible a la clínica.