Los pacientes con enfermedad periodontal activa en sus dientes corren el riesgo de que las bacterias responsables de la enfermedad periodontal también afecten a sus implantes y producirse una periimplantitis (infección alrededor del implante comprometiendo el hueso y la encía).
Todo paciente con algún tipo de enfermedad periodontal podría optar a colocarse implantes, siempre y cuando haya sido tratada y controlada antes dicha enfermedad periodontal.
La encía que se forma alrededor de los implantes es similar a la encía de alrededor de los dientes. Su función principal es de protección frente a agresiones del ambiente externo, como por ejemplo, las de los microorganismos. La presencia de estos sobre la superficie de los implantes dentales puede dar lugar al desarrollo de enfermedades periimplantarias, como la mucositis periimplantaria y la periimplantitis.
La mucositis periimplantaria es una lesión inflamatoria que se produce en la mucosa que rodea un implante. Las características más comunes son el edema, el enrojecimiento e hiperplasia de la mucosa y el sangrado sin la pérdida del hueso que rodea el implante.
La continua presencia del biofilm oral patogénico sobre los implantes induce esta reacción inflamatoria, que si no se trata correctamente, puede evolucionar hacia una periimplantitis.
Ésta también es una lesión inflamatoria de la mucosa que rodea un implante a la que además se asocia la pérdida del hueso de soporte. La aparición de inflamaciones, sangrado, supuración, son signos asociados a la periimplantitis. Si avanza, pueden llegar a causar la pérdida del implante.