Entre todos los tipos de células humanas que componen los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, destacan las células madre. Las células madre de pulpa dental fueron descubiertas en el año 2000. Estas poseen características muy especiales como el poder de regenerarse sin diferenciación y autorenovarse de manera indefinida. También son células indiferenciadas con capacidad de reparación de tejidos u órganos del cuerpo.
- Una de las ventajas principales de las células madre dentales, es que existen numerosas ocasiones para obtenerlas (en el caso de células madre de cordón umbilical solo existe una oportunidad: el momento del parto).
- Su obtención no requiere intervenciones invasivas dolorosas (por ejemplo la punción medular o liposucción), exclusivamente el acto de la extracción dental.
- Pueden obtenerse de dientes temporales o de leche, terceros molares (muelas del juicio) o dientes adultos sanos o extraídos por necesidad ortodóncica, que de otro modo se desecharían.
- La pulpa está protegida por el diente, las células recolectadas son microbiológicamente estériles, pudiéndose encontrar hasta 300.000 células madre (en dependencia del tamaño de la pulpa y de la edad del paciente).
- In vitro se les puede hacer proliferar, es decir, crecer exponencialmente en número, conservando su estado de célula madre indiferenciada. Algunas células madre no se pueden multiplicar, o dejan de ser células madre durante ese proceso.
- Contienen células madre pluripotentes y multipotentes, es decir, son capaces de generar células de múltiples estirpes celulares, entre otras, osteoblastos, condrocitos, mioblastos, células cardiacas y neuronales.