Entre todos los tipos de células humanas que componen los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, destacan las células madre.
Las células madre de pulpa dental fueron descubiertas en el año 2000. Estas poseen características muy especiales como el poder de regenerarse sin diferenciación y autorenovarse de manera indefinida.
También son células indiferenciadas con capacidad de reparación de tejidos u órganos del cuerpo.